2015
Federico Duran López: Reformas laborales y competitividad
La política de reformas, a pesar de su timidez, se ha revelado fundamental para la mejora de la competitividad de la economía española. Junto a factores externos como el precio del petróleo o la devaluación del euro, la modificación de los marcos normativos y de las políticas ha permitido potenciar la competitividad de las empresas y de la economía, fortalecer las exportaciones y lograr en los dos últimos años un significativo superávit por cuenta corriente (aunque con drástica caída de uno a otro).
En esas reformas, a las laborales les corresponde un papel modesto aunque no desdeñable. Nuestro marco laboral, a pesar de sus sucesivas correcciones, seguía siendo, antes de la reforma de 2012, un factor de rigidez para la gestión de las relaciones laborales en las empresas, poco proclive a la mejora de la productividad y de la competitividad, porque poco sensible a las exigencias organizativas y productivas para ello requeridas. Falta de sensibilidad tanto de la normativa legal como de la negociación colectiva. Esta, en particular, constituía, sobre todo en los convenios sectoriales, la principal fuente de rigidez para la gestión de las relaciones laborales.
¿Qué han cambiado las reformas laborales y cuál ha sido su incidencia en la mejora de la competitividad? En líneas generales, podemos decir que esta mejora se ha perseguido, desde el punto de vista laboral, a través, por una parte, del ajuste de los costos laborales y, por otra, de la introducción de mayor flexibilidad en la gestión, para permitir una mayor atención a las exigencias de la productividad y de la competitividad de las empresas.
Federico Durán López es catedrático de Derecho del Trabajo.
Si desea efectuar alguna consulta profesional en materia de derecho laboral relacionada con empresas, altos directivos o autónomos puede pedir cita en el teléfono 934 196 212 o en esta sección